La Tablita, una novela gastronómica

Hay que haber estado en La Tablita para conocer El Calafate. Este restaurante atesora los mejores platos de la región. Entre otras cosas, se puede comer el mejor cordero patagónico del mundo.

Convertido desde hace años en un verdadero atractivo turístico, al igual que el glaciar Perito Moreno o la estancia Cristina, La Tablita es uno de esos lugares que marcan un antes y un después en la vida.

Ubicado sobre la calle Rosales número 28, este bello restaurante es el más tradicional de la ciudad de Calafate. Los sabores, las sensaciones, el buen comer y el encuentro distendido con amigos ya se convirtieron en un clásico.

Detrás de La Tablita hay un grupo de gente feliz con lo que hace, dirigidos por Gonzalo Aguilar y Diego Perez, visionarios y dueños de este mágico lugar. Las tareas de un restaurante son varias y aquí se cumplen de manera natural: la asignación de turnos, la preparación y los detalles de cada mesa, el asesoramiento a cada comensal sobre la combinación adecuada entre un plato y un vino, y mucho más.

  • Un verdadero atractivo turístico

    Un verdadero atractivo turístico

  • El mejor cordero patagónico del mundo

    El mejor cordero patagónico del mundo

  • Entorno muy agradable

    Entorno muy agradable

  • La preparación y los detalles de cada mesa

    La preparación y los detalles de cada mesa

  • Una novela gastronómica

    Una novela gastronómica

La Tablita nació en 1968 y lleva ya más de cuatro décadas de existencia. “Única en su especie”, sostienen quienes la visitaron, además de los vecinos que saben que para comer aquí hay que tomarse el tiempo para reservar mesa y hora.

Se sabe que por educación no hay que mirar las mesas de al lado, pero es imposible en este lugar. Basta con levantar la vista para comenzar a disfrutar colores, aromas, sensaciones y las sonrisas de los presentes cuando a su mesa llega cada uno de los ansiados platos.


La entrada perfecta a La Tablita

En la carta se observa una enorme variedad de entradas. El jamón crudo acompañado por alguna empanada de carne o queso, junto con una copa de vino, resulta ideal para dar inicio a la velada.

“Lengüitas de cordero a la criolla y sopa crema de calabaza, dos verdaderos manjares culinarios”, fue lo que nos respondió el mozo cuando le preguntamos qué habían pedido en la mesa de al lado.

Detrás nuestro, un inigualable aroma a bife de chorizo tomaba vida en una bandeja que iba dirigida “al fondo”, como se conoce el nuevo ambiente que fue creado para aumentar la capacidad del lugar sin perder la calidez y el servicio personalizado.

La luz y la decoración merecen una distinción especial. Lámparas, paredes, ventanas, maderas, cortinas y cuadros son parte de una armonía que invita a quedarse un rato más, a hacer sobremesa.


El mejor cordero patagónico del mundo

Esta fue la primera parrilla de El Calafate; en 1973 se sumó Manuel Ruiz Villegas, mientras que hizo lo mismo en 1982 su colega Julio Almonacid. Hoy ambos continúan, con varios secretos en su haber y varios pergaminos, como los parrilleros más reconocidos e importantes de esta ciudad.

La especialidad del lugar es el cordero patagónico y aquí se lo cocina y sirve como en ningún otro lugar del mundo. No por nada cientos de seguidores del lugar han inventado un viaje o una excusa para volver a La Tablita.

La experiencia de presenciar cómo se cocina lentamente este manjar patagónico bajo la autoridad de sus parrilleros es algo que se puede vivir en un rincón preparado especialmente.

Al cordero se suman cortes de carne vacuna, lomos, bifes, vacío y cuidadas achuras tanto de carne vacuna como de cordero, acompañados por exquisitas provoletas; las hay al oreganato y la que lleva el nombre de La Tablita, un verdadero manjar para acompañar con un buen vino. A las carnes se suman truchas y salmones combinados con salsas de autor y tradicionales, algo similar a lo que sucede con las pastas.

Una exclusiva y variada bodega es otro de los aciertos del lugar. Más de 170 etiquetas de los mejores vinos dan muestra de la variedad de las bodegas argentinas de prestigio internacional, de las provincias de Mendoza, Río Negro, Neuquén y Salta.


Abriendo las puertas del cielo: los postres

Una pareja noruega comentaba en perfecto inglés el sabor inigualable del “marquisse de chocolate”, una de las tantas delicias del lugar; mientras, la dama daba el primer bocado al irresistible panqueque de dulce de leche: un postre bien argentino.

Las sugerencias llegaron por parte del mozo. En segundos, armó un verdadero dilema: Frutas frescas con helado de calafate, Sopa de frutos rojos con helado de crema o Mousse de calafate casero. “Tres clásicos de la zona y la región”, dijo para complicar aun más nuestra elección . Sin dudarlo, los tres comensales aceptamos la llegada de los tres postres. No hay palabras para describirlos.

El delicioso café, que fue servido después, terminó de completar esta excelente novela gastronómica que vivimos en La Tablita. Aquí, el comensal pasa a ser un verdadero lector gastronómico: introducción, desarrollo y desenlace se manifiestan en los más perfectos sabores que puedan imaginarse.

Nos retirábamos cuando uno de los dueños comentaba a una pareja de comensales: “Aquí no entran clientes, aquí solo llegan amigos”. Y es así. Hoy deben existir diseminados en todo el planeta más de un millón de amigos a quienes une algo en común: todos son amigos de La Tablita.

Autor Pablo Etchevers Fotografo Gentileza La-tablita.com.ar

Contacto de la excursión o paseo


La Tablita

Cnel. Rosales 28, El Calafate, Santa Cruz, Agentina

Teléfono Teléfono: +54 2902-491065

Ubicación


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