Para dejar atrás el bullicio de Carlos Paz en temporada, nada mejor que conocer los pueblos aledaños y la frescura de la vegetación de sus serranías.
En el Valle de Punilla, muy cerca de la ciudad de Villa Carlos Paz, Bialet Massé es una localidad serrana con encanto particular. Sus calles tranquilas y el río impetuoso que atraviesa el casco urbano brindan un atractivo especial.
En nuestro automóvil realizamos un recorrido durante el cual rodeamos el lago San Roque hacia esa localidad vecina yendo por una ruta y regresando por la otra, ambas de asfalto. Al llegar, percibimos un aroma a atmósfera muy húmeda, propio del microclima del lugar.
El río Cosquín, en su camino hacia el lago, le da vida a esta población. En un recodo pronunciado, se instala el balneario municipal, con buena sombra y una pileta natural propicia para nadar.
A las residencias originales se le han sumado gran cantidad de alojamientos turísticos, la mayor fuente de ingresos de sus habitantes. Varios operadores ofrecen salidas a los cerros cercanos, ya sea a pie o a caballo, acompañadas por guías. Otros atractivos son los complejos privados con campo de golf, canchas de tenis y fútbol.
Conocimos un horno de cal hidráulica cuya historia está ligada a la construcción del paredón del dique San Roque. El Museo Histórico, la Casa de la Cultura y el Museo del Hincha de Fútbol son parte del patrimonio cultural del pueblo. Sobre el faldeo de la Sierras Chicas encontramos la capilla San Plácido, construida sobre un tanque australiano.
Como en toda este área, existe una comunidad de artesanos que ofrecen sus creaciones en las localidades serranas durante las temporadas.
Bialet Massé limita con Parque Siquiman en la comuna San Roque y con Santa María de Punilla, tan bella como la que nosotros visitamos. Conocimos así una ciudad vecina con características propias.
Mónica Pons
Pablo Etchevers
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