Un paseo por el cerro Centinela en Tandil

La naturaleza y la gastronomía regional se unen a las más variadas actividades educativas y recreativas. Un lugar para ser visitado por toda la familia…

La gran cantidad de micros y automóviles, junto a los innumerables grupos de contingentes de todas las edades demuestran que el lugar se constituye como uno de los polos turísticos más importantes que tiene la ciudad de Tandil.

Diversos carteles se encargan de aportar su cuota para que una atmósfera de aventura comience a apoderarse de la situación. “A la cava antigua de adoquines” anuncia uno. “Aerosilla a la izquierda” sostiene el otro. Pero el que se gana a la mayoría de los caminantes y que resulta meta obligada es el que señala el camino al Centinela.


La piedra india

El Centinela no es otra cosa que una gran roca que desde hace miles de años se mantiene en pie haciendo prácticamente equilibrio sobre otra. Y es tal la curiosidad geológica que produce, que hombres del mundo de la ciencia de todas partes del planeta se han acercado hasta el lugar para tratar de develar las causas del fenómeno.

  • Aerosilla hasta la confitería de la cumbre del cerro

    Aerosilla hasta la confitería de la cumbre del cerro

  • El Centinela

    El Centinela

  • Un sendero interesante

    Un sendero interesante

  • Desde las alturas

    Desde las alturas

Las leyendas urbanas cuentan que la piedra guarda en su interior al último vigía indio que tenían estas sierras y que ante la llegada del hombre blanco se resistió a marcharse, quedando petrificado frente la ciudad de Tandil, en ese entonces llamada Fuerte Independencia.

No deja de ser una historia, pero si se tiene en cuenta la visión estratégica de la ciudad que se logra desde la gran piedra, el relato pareciera tener fundamentos reales. Otros atribuyen en realidad la formación de la piedra al amor de dos indios, cuyas familias no querían verlos juntos y en consecuencia mueren de amor petrificados frente a lo que luego sería la ciudad.

Lo cierto es que el paseo hasta la piedra El Centinela se torna irresistible desde el comienzo. Un sendero atraviesa una pequeña reserva natural de eucaliptos y pinos, y logra con su silencio transmitir paz a los visitantes desde el mismo momento en que comienza la caminata. “Si al hablar lo hace en voz baja podrá escuchar el canto de los pájaros y el susurro del viento”, dice un cartel. Y realmente es verdad.


A la aerosilla….

Una vez que concluye el recorrido, el camino de vuelta nos deposita finalmente en el parador del cerro, donde fogones y mesas esperan a los visitantes a la hora de almorzar para dar cuenta de alguno de sus asados regionales o comidas típicas.

El anuncio de una vertiente natural atrae la mirada de muchos, mientras una larga fila de turistas esperan ansiosos el turno para subir la aerosilla hasta la confitería de la cumbre del cerro, desde donde se logra una de las vistas más alta y hermosa que se puede tener de la ciudad de Tandil. Incluso la presencia de un mirador permite, por algunas monedas, disfrutar con un poco de aumento detalles de esta ciudad maravillosa.

El paseo en aerosilla es realmente de ensueño. Se recorren aproximadamente 1.260 metros observando a nuestros pies la presencia de pinares, cavas de antiguas canteras, lagos con peces de colores y por supuesto todo el sistema serrano correspondiente al sistema de Tandilia. La gran cantidad de pinos que se observan fueron plantados a mano y uno por uno por Luis Cerone y toda su familia, lo que demuestra el amor que le tienen sus dueños a este bello lugar.

Mientras volamos se observan grupos de jóvenes que realizan actividades recreativas relacionadas con lo que hoy conocemos como turismo aventura. Según nos cuentan las autoridades del cerro, al circuito se lo conoce como “Camino del Aventurero”. El desafío consiste en que un grupo de personas puedan librar una serie de obstáculos, que incluye bajadas en tirolesa o rappel, en un recorrido de alrededor de 2 ½ horas dentro del bosque. Para ello cuentan con brújulas y son acompañadas por un guía del complejo que se encarga de orientarlas.

A la vuelta de la aerosilla y otra vez en tierra firme, diversos puestos ofrecen sus artesanías y productos típicos. Entre ellos se destacan quesos, salamines y variedad de chacinados que constituyen algunos de los productos artesanales de fama nacional, como así también dulces, conservas, alfajores, miel y chocolates, en su mayoría de elaboración local. Velas, adornos en madera y piedra, sahumerios y esencias aromáticas, además de todas las especias locales, son casi siempre elegidas por los visitantes a la hora de traerse algún recuerdo…

Autor Pablo Etchevers Fotografo Pablo Etchevers

Contacto de la excursión o paseo


Complejo Cerro El Centinela

Av. Avellaneda 1762 (7000) Tandil, Buenos Aires

Tel: +54 249-4448933 Cel: +54 249-4631510

DuraciónDuración: Todo el día.

Ubicación

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