La riqueza del valle

El Alto Valle es conocido a nivel nacional por su producción frutícola de exportación. Un paseo por las chacras nos acerca a este importante eslabón de la economía regional.

Las chacras frutales son la mejor carta de presentación de esta región productiva. Conocida en el ámbito local con el nombre de Alto Valle, esta zona la integran los valles surcados por los ríos Negro, Limay y Neuquén. Es un entorno característico de la Patagonia norte de Argentina que se extiende a lo largo de 120 kilómetros y comparten las provincias de Neuquén y Río Negro.

La cuenca hídrica cruza desde la cordillera de los Andes hasta el Atlántico y recibe importantes precipitaciones que facilitan el desarrollo de un área productiva de más de 100 mil hectáreas, de las cuales el 60% se encuentra bajo riego y se cultivan cerca de 40 mil hectáreas.

Si bien las ventajas económicas de estas tierras se reconocieron en la época de la avanzada militar sobre el territorio indígena en 1879, recién en 1930 el Alto Valle define su perfil frutícola. Para ese entonces, hacía dos años que funcionaba a pleno el sistema de canales de riego que permite irrigar la totalidad de la región, sin el cual sería imposible el cultivo. A este importante factor se le sumó la construcción del ramal ferroviario como un factor estratégico para marcar soberanía en la zona patagónica y que contribuyó considerablemente a la economía regional.

  • Productos de gran calidad

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  • Las tierras fértiles del valle

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  • Allen es la Capital Nacional de la Pera

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  • La mejor fruta de nuestras mesas

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El pasado y presente de las chacras

Por el año 1883, el Estado dividió las hectáreas para la creación de las colonias agrícolas; la primera de ellas fue General Roca, que empezó con la siembra de alfalfa. Pero el fuerte impulso se dió a partir de la subdivisión de tierras que inició la compañía de capitales ingleses Tierras del Sur, que fue la encargada de la construcción del ferrocarril y quedó como propietaria de las principales porciones de tierra aledañas al canal de riego.
De esta manera, los obreros españoles, italianos y en menor medida ingleses que participaron en los canales o en el ferrocarril compraron parcelas de entre 2 y 50 hectáreas para cultivar primero alfalfa y luego cereales, vid y frutas.

Hacia fines de la década del ´20, las pequeñas chacras familiares conformaban el 50% de la zona explotada del Alto Valle. A partir de allí, la pera en su variedad Williams y luego la manzana Deliciosa empezaron a posicionarse como líderes en la zona.

En la actualidad, se producen cerca de 700 mil toneladas de peras y manzanas, con lo que la región ocupa el primer puesto en el volumen de exportación de fruta a nivel nacional. El resto de la producción se destina a la industria de jugos concentrados. A esta clase de frutales le siguen las uvas para la elaboración de vinos y, en menor escala, las frutas de carozo como ciruelas, duraznos y tomates, entre otros.

Fuente: Lic. Graciela Blanco Historia del Alto Valle - www.inta.gov.ar

Autor Karina Jozami Fotografo Jorge González

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