Salto del Tigre

Salto del Tigre es un paseo que no deja de sorprender. Es una cascada imponente bastante recóndita en lo profundo de las sierras y los valles cuyanos.

Desde Villa de Merlo se puede contratar una excursión a Salto del Tigre, una cascada escondida entre las sierras de los Comechingones y el Valle de Calamuchita. Para los amantes de la fotografía, el paseo propone un paisaje increíble entre sierras y quebradas para obtener las imágenes perfectas de la geografía cuyana, hasta llegar a la cascada más increíble.

Travesía a la cascada

El viaje propiamente comienza en el Filo Serrano de las sierras cuyanas. Hasta allí se llega por el camino del faldeo de los Comechingones y se cruzan varios miradores hacia el Valle de Conlara. Luego un camino de ripio que atraviesa el límite entre provincias llega hasta el puesto de la cumbre, donde se estaciona el auto. Desde este puesto, la caminata de unos 2,5 km es de baja dificultad para concluir la travesía y abrazar el entorno de la cascada. Lo recomendable es llevar calzado adecuado porque el sendero es muy pedregoso y las rocas en el camino son parte del paisaje.

  • Filo Serrano

    Filo Serrano

  • Salto del Tigre

    Salto del Tigre

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    Salto del Tigre

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Antes de llegar al salto, se lo puede observar desde las alturas. La sorpresa es inigualable y la cascada, casi inexplicable en su belleza y magnitud. Lo bonito es bajar hasta la orilla de la hoya y disfrutar el entorno como cada persona lo perciba.

El marco predispone a tocar el agua, zambullirse luego de la travesía si las temperaturas lo permiten, disfrutar de un pícnic o simplemente observar esta maravilla de la naturaleza en pleno corazón de las sierras. La cascada sorprende a todos los visitantes con sus 25 m de altura. La hoya tiene unos 40 m de diámetro y 10 m en su parte más profunda. Aunque este paseo se gestiona en Villa de Merlo, el atractivo natural pertenece al Valle de Calamuchita, en la provincia de Córdoba. Es frecuente ver a las ovejas que pastan en las quebradas y el marco se vuelve aún más bucólico. Al regreso, hay oportunidad de almorzar en el puesto, comprar unas ricas empanadas fritas o saborear unos mates al aire libre antes de volver a la ciudad.

Autor Miriam Coronel Fotografo Welcomeargentina