La Lucila del Mar, con espíritu joven

Cada temporada trae aparejada una moda, algo que se impone entre los más jóvenes y que marca el ritmo del verano. No obstante, la idea del descanso siempre impera.

Como otras poblaciones marítimas que se iniciaron con unas pocas manzanas edificadas frente a la costa atlántica, en la actualidad La Lucila del Mar se ha fusionado con sus vecinas Aguas Verdes y Costa Azul. Sin embargo, sigue contando con sus características iniciales: cuidado del medio ambiente y crecimiento armónico.

Deambulamos por sus playas amplias con paradores que renuevan constantemente sus actividades, tanto diurnas como nocturnas. Muchos de los deportes y torneos que se suceden a lo largo del tiempo estival se organizan en dichos balnearios. Sus terrazas reúnen público a lo largo del día y muy entrada la noche, cuando el volumen de la música sube y los espectáculos se desarrollan hasta la madrugada.

Un paseo por la costanera nos hizo soñar con despertarnos por la mañana en alguna de las casas que miran al mar y reciben el sol, el sonido de las olas y su clásico perfume salado.

  • El Atlántico

    El Atlántico

  • Para toda la familia

    Para toda la familia

  • Jugar con el mar

    Jugar con el mar

  • El infaltable compañero

    El infaltable compañero

  • Acogedor balneario costero

    Acogedor balneario costero

En costanera y Rebagliatti ubicamos el muelle, paseo obligado aunque no se sea pescador. Recorrimos sus 100 metros de extensión y observamos la dedicación de quienes, apostados en las barandas de madera, portaban caña y elegían anzuelos. En la terraza de su confitería nos sentamos a tomar algo fresco como excusa para comunicarnos visualmente con el horizonte marino.

En el centro, todo está a mano y en unas pocas cuadras encontramos lo que necesitábamos para pasar el día en la playa y circulamos también por el shopping. En uno de los pub de moda tomamos una cerveza artesanal y nos enteramos de cuáles eran las actividades a desarrollar cuando el sol no se hiciera presente.

No hay que dejar de conocer el bosque de pinos, eucaliptos y álamos a pocas cuadras de la costa. Allí pasamos la tarde entre amigos, tomando mate y descubriendo los distintos aromas que desprendía la vegetación.

Acogedor balneario costero, La Lucila del Mar atrapa por su sencillez y por las propuestas que ofrece.

Autor Mónica Pons Fotografo Pablo Etchevers

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