Caminando, llegamos a la peatonal Rocamora, una calle que está despierta de día y de noche y que se extiende entre 14 de Julio y Eva Perón. Decidimos tomar algo en una de sus confiterías y nos ubicamos en una mesa al aire libre para ver el movimiento constante de esa área comercial del centro.
Retomamos la caminata y observamos varios edificios muy importantes erigidos en un pasado glorioso de la ciudad, cuando los planos de construcción y los materiales eran traídos de Europa. El Palacio Texier y el ex Hotel París nos dieron idea de la influencia entre fines del siglo XIX y mediados del XX de la llegada de visitas distinguidas. El primero aún funciona como hotel y cuenta con casino y salas de espectáculos.
Seguimos adelante y encontramos el boulevar Irigoyen o De Las Colectividades. A lo largo de esta avenida con plazoleta central se rinde homenaje a los colonizadores de
Entre Ríos mediante esculturas e imágenes de gran belleza artística.
En auto llegamos a la zona costera para conocer el puerto de ultramar que funciona sobre el río Uruguay. Un largo espigón conduce a un faro de características únicas en el mundo, en la punta norte de la isla del Puerto. A su vez, la costanera Paysandú tiene una traza ondulante siguiendo el dibujo de ese islote artificial y cuatro carriles de circulación vehicular. Tiene un portal de acceso que sigue la línea arquitectónica del
Palacio San José.
En la costanera Norte o Salamanca, un gran mirador sobre el arroyo El Molino es un lugar verde para pasar un rato agradable. También en la zona norte destacamos una laguna artificial en el Parque de la Ciudad.
Tomamos la costanera hacia el sur, zona inundable en otra época y que, luego de que se erigiera la Defensa Sur, se recuperó como espacio verde en el cual se realizan actividades al aire libre. Pegado a este sector se encuentra el balneario camping Itapé. Sus arenas se apoyan sobre el riacho del mismo nombre y es el ambiente natural urbano de los lugareños en días de calor estival.
Conocida como “La Histórica”, Concepción del Uruguay nos demostró cuán importante es permitir que la modernidad se integre con los valores que la tradición mantiene vivos. Todo está en armonía.