De smoking por la playa

Esta especie vive en colonias que se encuentran desperdigadas a lo largo de la gran superficie helada.

Los pingüinos (o “pájaros bobos” como también se los conoce) son habitantes habituales de la región antártica y sus conductas se observan a simple vista.

Estas aves marinas alguna vez perdieron su capacidad de volar; sus alas se atrofiaron y se transformaron en aletas; se adaptaron al medio acuático, donde son excelentes buceadoras. Son siete las especies de pingüinos que habitan el medio: emperador, rey, adelia, barbijo, papúa, macaroni y penacho amarillo. Se manejan con mucha destreza en el agua; son lentos y graciosos sobre la playa. En cuanto a sus características físicas, difieren en altura o detalles en su cabeza o cuello, pero sus formas de vidas son prácticamente los mismos.

Tienen el cuerpo recubierto de plumas similares a escamas y suelen ser blancas en el abdomen y pecho, negras en el resto del cuerpo. Por debajo de la piel, una gruesa capa de grasa funciona como aislante térmico. Ambas coberturas les permiten una excelente adaptación al ambiente marino y a las temperaturas extremas. En verano cambian el plumaje y es por eso que pasan más tiempo en tierra que en el agua.


Buenos compañeros

Cuando llega el tiempo del apareamiento, forman colonias ruidosas y utilizan cuevas o madrigueras en la roca para armar su nido. Unos pocos lo hacen directamente sobre las piedras o lejos de la orilla del mar. Solo el pingüino emperador y el rey ubican el único huevo a incubar entre sus propias patas y le brindan calor con sus plumas.

Ambos miembros de la pareja incuban los huevos y luego alimentan a sus crías que, al nacer, están recubiertas por un plumón grisáceo. Los adultos se turnan para buscar alimento en el mar (krill, calamares, peces), para luego regresar al nido. Recién cuando los pingüinos jóvenes adquieren su primer plumaje están listos para ingresar al mar y buscar alimento por sí mismos.

Las focas leopardo y las orcas son los depredadores naturales de esta especie marina. Las aves, en especial las skúas, esperan un descuido del casal para apoderarse de los huevos y atacar las crías.

Es en el tiempo de la reproducción cuando se puede encontrar a los pingüinos poblando islas, montes y playas de la península antártica.

Autor Mónica Pons

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