Aceite de oliva Borgiolo

Argentina es el principal productor de aceite de oliva de América del Sur. La producción de este preciado aceite se encuentra en expansión. Esto se debe al conocimiento de las virtudes que posee, lo cual hace que aumente el consumo en el mercado interno, y a las imperantes sequías que atraviesan los países productores del primer mundo. Las principales áreas en que se desarrolla esta actividad son las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.

Aprovechando la ocasión de estar en Chilecito, decidimos acercarnos a uno de los establecimientos productores de mayor renombre local y conocer más acerca de este valioso producto.

La fábrica que visitamos pertenece a la Compañía Olivarera de Chilecito S.A., la cual se dedica desde el año 1994 a la obtención de aceite de oliva de primera calidad.
Al ingresar al recinto, fuimos recibidos por uno de los operarios del establecimiento, quien se encargó de conducirnos a lo largo de los pasos previos que se realizan para que comprendiéramos la elaboración de este aceite.

El aceite de oliva se extrae de la Olea Europea. En esta fábrica se utiliza principalmente la aceituna arbequina, que es una de las más pequeñas, más redondeada que alargada y de maduración temprana. Al parecer, la composición de la aceituna al momento de su recolección es muy variable; se estima que posee entre un 18 y un 32 % de aceite, un 40 y 55 % de agua y entre un 23 y un 35 % de tejidos vegetales y carozo.

El proceso de elaboración del aceite comienza con la recolección del fruto. Luego este debe ser lavado cuidadosamente y, una vez limpio, debe ser zarandeado. A continuación, las aceitunas son transportadas con una tolva hasta una máquina en la que se realiza la molienda y el batido.
La molienda tiene como objetivo romper las células donde está contenido el aceite, mientras que el batido pretende formar una base oleosa contigua, apta para ser separada. De esta manera se obtiene una especie de pasta que es llevada a una termoamasadora, donde se la lleva a unos 28º C.

A medida que el guía nos relataba los distintos pasos, fuimos avanzando en el interior de la fábrica para comprender mejor cómo se llevan a cabo estos procesos.
Luego de este paso, estamos listos para obtener el aceite de oliva virgen. Para ello se debe centrifugar o prensar la pasta. Si se centrifuga, de la pasta se separa el aceite, el alpechín y el orujo, mientras que se si se la somete a presión en prensas hidráulicas, se obtiene el aceite propiamente dicho.

El aceite es llevado a un gran tonel de aluminio donde se filtra y luego se envasa. El producto terminado es un aceite de oliva virgen de notable aroma y color, pero sobre todo de un sabor inigualable.
Luego de llevarnos a través de la infraestructura de la fábrica, nuestro guía nos brindó una ejemplar clase de cata de aceite de oliva para que aprendiéramos cómo darnos cuenta de si el aceite posee la calidad deseada.

Para finalizar, fuimos invitados a degustar el aceite de la fábrica Borgiolo. “El aceite de oliva es rico en vitamina E de acción antioxidante y posee fitoesteroles, que son sustancias que contribuyen a reducir el nivel de colesterol malo en la sangre”, aseguró nuestro anfitrión.
De esta manera culminamos la visita a la fábrica de aceite de oliva de Chilecito, mientras que un gustito muy especial quedaba en nuestra boca.