Ubicación y entorno: ¿Querés vistas a la montaña, estar cerca de un lago o perderte en un bosque? Elegí el destino según tus gustos y el tipo de paisaje que querés disfrutar.
Tipo de alojamiento: Hay opciones muy variadas: domos geodésicos, yurtas, carpas safari, casas en los árboles o cabañas ecológicas. Cada uno tiene su encanto, nivel de confort y estilo.
Nivel de servicios: Algunos glampings ofrecen experiencias más rústicas con baño seco y duchas solares, mientras que otros tienen amenities de hotel boutique: jacuzzi, desayuno gourmet, aire acondicionado, WiFi, etc.
Actividades disponibles: Revisa qué tipo de actividades ofrece cada lugar: senderismo, cabalgatas, yoga, astroturismo, kayak, gastronomía regional, entre otras.
Temporada y clima: Considerá el clima según la época del año. Algunos glampings operan solo en primavera-verano y otros están preparados para el frío con estufas y aislación térmica.
Elegí tu glamping ideal según tu estilo de viaje, y preparate para una escapada diferente, donde el lujo y la naturaleza van de la mano.
Una de las grandes ventajas del glamping es que no necesitás llevar carpa ni equipo de camping, pero hay algunos ítems que te van a resultar útiles para disfrutar aún más tu estadía:
Ropa cómoda y por capas: Aunque tengas buena calefacción o aire acondicionado, la naturaleza tiene sus cambios de temperatura. Vestite en capas y llevá abrigo liviano.
Calzado adecuado: Si hay senderos o actividades al aire libre, unas buenas zapatillas o botas de trekking son fundamentales.
Linterna frontal o portátil: Aunque muchos glampings tienen buena iluminación, una linterna siempre es útil para moverte de noche por los alrededores.
Repelente de insectos y protector solar: Estás en la naturaleza, ¡no los olvides!
Botella reutilizable: Muchos lugares promueven el turismo sustentable. Llevar tu propia botella ayuda a reducir residuos plásticos.
Traje de baño y toalla extra: Si el glamping tiene pileta, jacuzzi o río cerca, te va a venir bien.
Pequeña mochila para salidas diarias: Ideal para caminatas cortas o excursiones cercanas.
Recordá que el glamping combina naturaleza y confort, así que preparate para relajarte… pero con lo justo y necesario.
Una de las principales premisas del glamping es disfrutar de la naturaleza con responsabilidad y conciencia ecológica. Por eso, te compartimos algunas buenas prácticas para hacer tu estadía más sustentable:
Reducí tu huella: Usá menos plásticos, apagá las luces cuando no las necesites y limitá el uso de agua.
Respeto por la flora y fauna: No alimentes animales silvestres ni dañes plantas autóctonas. Observá, pero no intervengas.
Cuidá los senderos y espacios comunes: Caminá por los senderos señalizados y no dejes basura, ni siquiera orgánica.
Elegí productos reutilizables: Evitá descartables y preferí utensilios duraderos o biodegradables.
Apoyá el turismo local: Comprá productos regionales, contratá guías locales y valorá las costumbres de cada lugar.
Silencio y armonía: Parte del encanto del glamping es el contacto con la tranquilidad del entorno. Evitá ruidos fuertes o música alta.
Tu experiencia será más auténtica y gratificante si ayudás a conservar el lugar tal como lo encontraste o incluso mejor.
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