Canopy por un bosque de Villa La Angostura

En las cercanías del lago Correntoso, se puede practicar canopy: una experiencia divertida que permite conocer el bosque andino patagónico desde la copa de sus árboles.

Tarde de verano a pleno sol en la Villa. Si no estás en la playa o cerca del agua, es mejor buscar la sombra reparadora de los árboles. Una opción tradicional y más apacible es el Bosque de Arrayanes y una variante más intrépida es el canopy. Elegí la segunda y, con ese objetivo, me dirigí hacia el cerro Belvedere, donde se encuentra Canopy Argentina.

Esta nueva actividad deportiva, muy desarrollada en las selvas tropicales y en los bosques canadienses, permite recorrer y conocer los entornos naturales desde otra perspectiva. Aventura y experiencia ecológica al mismo tiempo, el canopy consiste en trasladarse por plataformas áereas situadas en los árboles, utilizando poleas en cables horizontales.

Me recibió Fabián Rechioni, gerente de este emprendimiento que ya lleva un año en Villa La Angostura y es el primero en el país. Para concretarlo, se contactaron con el experto José Flaqué de Costa Rica, lugar de ecoturismo en América Latina y pionero en canopy. Con más de 18 años de experiencia, José diseñó el itinerario que los chicos de Canopy Argentina construyeron.

El lugar que ofrecen los faldeos del Belvedere cumplía con todos los requisitos: hermosos coihues centenarios con la altura ideal para instalar las plataformas y con senderos áereos que permitía la conexión entre una base y otra, sin necesidad de alterar el medio ambiente.

  • Todos los requerimientos de seguridad necesarios

    Todos los requerimientos de seguridad necesarios

  • Un bosque de Villa La Angostura

    Un bosque de Villa La Angostura

  • Como los pájaros

    Como los pájaros

  • Material excelente

    Material excelente

  • A casi 50km por hora

    A casi 50km por hora

Los guías Matías y Pitu me ayudaron con el equipo: arnés provisto de mosquetones y una polea, casco y guantes. Todo el staff recibió capacitación y asesoramiento de Flaqué sobre las medidas de seguridad para disfrutar de esta original experiencia en los bosques de montaña. Ya preparados y después de una charla básica de canopy con simulacro incluido, salimos en grupo hacia la aventura.


Como los pájaros

Como definen sus mentores, el paseo es una clase de ambientalismo. La idea es preservar la naturaleza y apreciarla desde las alturas, sin interferir demasiado en el medio. Es una forma divertida de descubrir un ecosistema que no causa mayor impacto ambiental y que puede practicar desde un niño de 3 años hasta una persona de 80.

Caminamos unos 300 metros por un frondoso sendero hasta la cima del cerro donde se encuentra la primer plataforma. Matías se tiró primero para esperarnos en la segunda base y Pitu nos preparó para el primer recorrido. Cuando finalmente estuve suspendida en el aire a 25km por hora, sentí la libertad y el vértigo de deslizarme entre los árboles.

Al llegar a la segunda estructura, Matías enganchó el mosquetón en el cable de seguridad y me quedé contemplando el bosque. Sin dudas, cambiar el punto de vista nos hace redescubrir cosas que creíamos conocidas. Continuamos el paseo, pasando por los distintos mojones de este asombroso y divertido recorrido. Los guías nos indicaban los tramos donde debíamos ir frenando por la velocidad o dejar libre el cable para alcanzar sin problemas la base. Habíamos pasado la estación 6, con distancias de 30 metros aproximadamente, y nos acercábamos al trayecto más largo, de 300. Antes de tirarme no veía la plataforma siguiente y ya en el vacío, los segundos del recorrido me dejaron observar mejor los cambiantes verdes del paisaje tupido. A casi 50km por hora, sintiendo el viento como los pájaros, no quería alcanzar la próxima parada.

Nos quedaban cuatro plataformas y los rincones vírgenes quedaban atrás para dar paso a un entorno más transformado por la presencia humana.
La última parte terminaba en tierra y Matías nos hizo saltar un poco para volver la bajada más divertida.

Habíamos recorrido 1.400 metros por las ramas más altas de árboles maravillosos. Fascinados con esta aventura, volvimos a la base para sacarnos los arneses. Allí, nos recibió Fabián y el nuevo grupo que salía para hacer canopy con Francisco de 3 años, listo para vivir esta experiencia, que seguramente no olvidará.

Autor Karina Jozami Fotografo Jorge González

Contacto de la excursión o paseo


Canopy

Corruhue y Meliquina, Villa La Angostura, Neuquén, Agentina

Celular Celular: +54 294-4417817

DificultadDificultad: Baja
DuraciónDuración: 2 horas

Ubicación


Que hacer en Villa La Angostura


Hoteles y alojamientos en Villa La Angostura

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