Paradores de Villa Gesell

Villa Gesell renovó y reconstruyó sus playas pensando en los cambios y efectos climáticos que se aproximan, con lo que muestra al visitante la clara intención de comenzar a mirar hacia el futuro. Vale la pena intentar cambiar.


El cambio está en casa

Durante el 2006 la ciudad de Villa Gesell inició un plan de reconstrucción total de su frente costero y, con gran esfuerzo, logró recuperar más de 60.000 metros cuadrados de playas de arena y de dunas. Para ello se desmantelaron completamente los viejos paradores de hormigón (los que marcaron una época) y se levantaron nuevos que comparten la estética, los materiales y una misma lógica de funcionamiento.

Estos nuevos balnearios fueron construidos según la norma IRAM 42100 y cada una de las unidades fue hecha sobre pilotes de madera para atenuar el impacto ambiental que, año tras año, venía provocando la constante reducción de las playas gesellinas, lo cual sucede también en el resto de la costa atlántica.

Por otra parte, y para beneficio de los turistas que eligen Villa Gesell para descansar, cada balneario cuenta con baños públicos, carpas y restaurantes que, sin duda, ofrecen un mejor servicio.

  • Mirar hacia el futuro

    Mirar hacia el futuro

  • La pasarela de todos

    La pasarela de todos

  • Según la norma IRAM 42100

    Según la norma IRAM 42100

  • Sobre pilotes de madera

    Sobre pilotes de madera

  • Hacer del mar un sitio donde encontrarse

    Hacer del mar un sitio donde encontrarse

Lo bueno es que estas modificaciones físicas están acompañadas también por un cambio de percepción de las problemáticas del impacto ambiental y, por ello, se promueve en gran medida y en forma explícita el cuidado y la limpieza de las playas en particular y del medio ambiente en general. Aquellas playas enormes y repletas de dunas que descubrió don Carlos Gesell están tratando de volver a ser lo que fueron hace tiempo o, al menos, acercarse lo más posible a aquel paraíso de arena que el hombre luego colonizaría con pinos, eucaliptos, cipreses y aromos.


La pasarela de todos

El plan de reconstrucción de las playas también introdujo en Villa Gesell una coqueta rambla peatonal de madera que recorre un kilómetro y medio de playa y que conecta a su paso cada balneario. Esta particular rambla, que ya es el nuevo ícono de la ciudad (y el lugar de encuentro matinal de quienes gustan de salir a caminar frente al mar), invita cordialmente a los visitantes y a los locales a hacer del mar un sitio donde encontrarse.

La idea es que hombres, mujeres y niños recorran la “pasarela” de madera cual modelos que exhiben sus trajes de baño en una nueva temporada de verano. Bicicletas y muchas veces vecinos con perros se encargan también de animar y dar vida a este nuevo espacio público que ya se convirtió en un verdadero éxito.

Pasan los años, las décadas, y Villa Gesell sigue siendo “Gesell”. Quizá porque a tiempo sus habitantes saben elegir el momento adecuado para reciclarse, para volver a ser. Hay veces en que un sutil lifting nos permite volver a estar en boca de todos (en este caso, gracias a la pasarela y los paradores) para afrontar, con filosofía ecológica, el paso del tiempo.

Autor Pablo Etchevers Fotografo Gentileza Voyagesell.com.ar

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