Parque Nacional Baritú

En 1971, un grupo de naturalistas e investigadores del Instituto Miguel Lillo de Tucumán, elaboraron un informe preliminar para la creación del Parque Nacional Lipeo-Baritú.

Los movilizaba la idea de salvar para el futuro un increíble ejemplo del patrimonio natural, constituido por un área que se había mantenido inalterada y sin transformaciones humanas a lo largo de los últimos 200 años.

Estas condiciones generaban una incomparable riqueza faunística, además de especies vegetales profusamente desarrolladas. Por estas razones, la propuesta de los estudiosos fue bien acogida, y se concretó en marzo de 1974 bajo la presidencia del Gral. Juan Domingo Perón.

Ubicado en la provincia de Salta, a 30 km de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, el Parque Nacional Baritú posee 72.439 hectáreas que preservan el sector más norteño de la Argentina, representando al bioma de las yungas (selvas de montaña) muy bien conservadas.

  • En el corazón de la selva

    En el corazón de la selva

  • Plantas epífitas

    Plantas epífitas

  • Río Lipeo

    Río Lipeo

  • Sorprendente belleza

    Sorprendente belleza

En el corazón de la selva tucumano-oranense, difícil de acceder y recorrer, su entorno casi virgen hace de este Parque el más agreste y menos conocido de nuestra geografía.

El relieve es sumamente escabroso, erizado de cuchillas, fallas y pliegues parecidos a las serranías de Porongal y Palancha. El Parque está circundado por cordones montañosos como el de Las Pabas, de más de 2000 metros de altura, Cerro Negro y Los Picachos. Desafiando los despeñaderos, corren torrentosos ríos y arroyos como el Lipeo, Porongal, Baritú y el Pescado, que luego de serpentear entre la topografía selvática, desembocan en el río Bermejo.


Belleza selvática

Predomina en este salvaje paisaje la vegetación de las selvas montanas, formando una masa boscosa impenetrable, cubierta en verano por nubes que convierten el ambiente en un lugar húmedo, sombrío y sofocante.

Innumerables lianas y enredaderas se enlazan a árboles de hojas perennes que alcanzan hasta los 30 m de altura. Gigantescos laureles de la falda, cuyo tronco llega a los 2,50 m de diámetro; imponentes cedros de valiosísima madera, tipas blancas, maromas o higuerones, roble, palo trébol y nogal criollo de nueces comestibles, son ejemplares característicos de la yunga. En los lugares húmedos y elevados encontramos la selva de mirtáceas, integrada por el mato, horco molle o palo barroso, arrayán y guayabo. También abundan helechos arborescentes, verdaderos fósiles vivientes que en sus bosquecillos pueden tener hasta 4 m de altura.

A medida que ascendemos, la selva deja el lugar al bosque montano, con sus árboles de hoja caduca como el pino del cerro, única conífera del noroeste argentino, y el pino aliso, que llega hasta México y se ubica en pendientes pronunciadas.
La sorprendente belleza la completan los prados montanos cubiertos por gramíneas y otras herbáceas.


Especies en peligro

Distribuidas por su rica geografía, en Baritú abundan las especies animales, varias de ellas en peligro de extinción, como el yaguareté, que subsiste en regiones apartadas, o el gato onza u ocelote, de pelaje amarillento y manchas oscuras.
Las huellas grandes en los senderos y cerca del agua son dejadas por los tapires, mamíferos de mayor porte que, junto al pecarí de collar, el zorro de monte, el coatí, el agutí y el mono caí, son característicos del lugar. Cerca de los ríos y arroyos, en los pozones de agua transparente habitados por bogas y sábalos, viven carnívoros acuáticos como el lobito de río y el mayuato u osito lavador.

Entre las casi 250 especies de aves, podemos apreciar al mirlo de agua y al yapú, boyero de gran tamaño que construye nidos colgantes. También habitan el murciélago pescador grande, que se alimenta de peces e insectos acuáticos volando en grupo sobre la superficie del agua. Bandadas de loros sobrevuelan el Baritú, y despliegan su colorido el tucán, el guacamayo verde, la urraca, el halcón tijereta, el picaflor y la garza, entre otras variedades de pájaros. Pero el ave más representativa de Baritú es el "águila arpía", la más grande del mundo, que también está en peligro de extinción.
Otra de las especies características del Parque Nacional es la rana marsupial, un anfibio bastante atípico que coloca sus huevos en bolsas o marsupios ubicados en sus espaldas, de donde salen, una vez terminado el proceso larvario, las ranitas completamente formadas.


En la mira

Lamentablemente, la acción de cazadores furtivos va minando este santuario natural. La extracción y la explotación ilegal de madera, entre otros problemas, se agravan con la falta de vigilancia debida a la escasez de personal, la dificultad de limitación de la zona y las numerosas vías de acceso que se abren en forma clandestina dentro del Parque.
En la actualidad, el principal factor de riesgo en el área lo constituye una serie de represas que forman parte de un proyecto regional a gran escala para aprovechamiento del río Bermejo y que afectarían directamente al Parque Nacional Baritú.

Parque Nacional Baritú
España 366, 3º piso.
(4400) Provincia de Salta, Argentina.
Tel.: 54 3487 4312683.

Delegación Técnica Regional Noroeste ( NOA )
Santa Fe 23.
(4400) Salta - República Argentina.
Teléfonos: (038) 7-4310255 y 7-4312683.
E-mail: parques@unsa.edu.ar ; parques@ciunsa.edu.ar

Fuentes bibliográficas:
Erize, F.; Canevari,M.; Canevari, P.; Costa,G. y Rumboll, M. "Los Parques Nacionales de la Argentina y otras áreas naturales" Ed. INCAFO. Madrid, 1981.
Página oficial de la Administración de Parques Nacionales www.parquesnacionales.gov.ar

Autor Karina Jozami Fotografo Parques Nacionales - Prensa

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