Granja educativa María Lucrecia en Mar de Ajó

Casi por casualidad nos enteramos que exactamente veinte días atrás se había inaugurado una granja educativa en las afueras de Mar de Ajó. Aprovechando que estábamos en la ciudad balnearia quisimos acercarnos y conocer sus bondades turísticas, y ver si la podíamos recomendar.

Abandonamos las playas de Mar de Ajó y unos minutos más tarde estábamos dejando la rotonda de la ciudad. Cruzamos la Ruta Interbalnearia Nº 11 y a sólo 3 km de haber entrado en el partido Gral. Lavalle encontramos Lo de María Lucrecia.

Un vistoso cartel que enumeraba las actividades camperas que se desarrollan en el sector, nos anunció que habíamos dado con el lugar indicado.

A simple vista, la granja educativa presenta un cuidado aspecto, un prolijo césped, una tupida arboleda de frutales y un sinnúmero de animales sueltos por el predio. Esta es una de las impresiones que conservaremos para siempre. Un camino de piedras se abre conduciéndonos hacia el comedor de campo. A lo lejos, entre risas y acordes de guitarras, observamos gente disfrutando de las diversas instalaciones rurales.

Ni bien entramos fuimos recibidos por Daniel Nitka, dueño del establecimiento, quien con la cordialidad típica de las personas de campo, nos contó sobre las actividades que se pueden efectuar en la granja.

  • Un cuidado aspecto

    Un cuidado aspecto

  • Piscina

    Piscina

  • Animales de granja

    Animales de granja

  • Cabañas

    Cabañas

“Lo de María Lucrecia es un predio donde toda la familia puede disfrutar de las bondades del campo y descubrir de manera natural lo que significa la cría y el cuidado de animales, con visitas a la huerta orgánica, donde los elementos que se cultivan son los que terminan servidos en la mesa del comedor de campo.” –explica Nitka.

“Además la granja cuenta con dos lagunas ecológicas, donde los amantes de la pesca pueden efectuar una interesante práctica mosquera, con línea de flote o con fondo, obteniendo pejerreyes, lisas y bagres que fueron sembrados en el lugar.”


La granja educativa

Hecha la presentación formal del establecimiento, nos fuimos con Cristián –guía de la granja– a conocer las intimidades del nuevo complejo. El joven guía, vestido de gaucho para la ocasión, es veterinario y rápidamente nos deja ver sus conocimientos sobre los animales que forman parte viva de la vistosa granja.

“Las personas, sobre todo las de Capital, disfrutan mucho de Lo de María Lucrecia. Luego de almorzar, los más pequeños tienen 4 has para recorrer, en pleno contacto con los animales”–afirma Cristián, mientras nos dirigimos a la huerta orgánica.

El plantío es gigante y multicolor. Tomates, lechugas, ajíes, perejil, cebollas, papas, rabanitos, remolachas y un sinfín de hortalizas regadas por goteo se despliegan por todo el sector. “En la huerta no se usan fertilizantes, ni pesticidas, sino que se utilizan especies aromáticas que repelen a los insectos” –explica el guía, mientras realizamos la improvisada visita guiada.

Luego pasamos al sector donde se encuentran los animales: conejos, gallinas, patos, gansos, pavos reales, nutrias, ovejas, chivos, vacas, terneros, caballos y lechones en sus corrales, parecen estar esperando la visita de los turistas.

Entre las aves que cautivan nuestra atención se encuentran los faisanes de collar, las gallinas japonesas y las gallinas de guinea, que andan sueltas porque no se reproducen estando en cautiverio.

En la granja se puede disfrutar de un exquisito espectáculo de doma de potros, pruebas de riendas y carreras de sortijas, entre otras destrezas criollas. Además se programan cabalgatas y paseos en sulky dentro de las instalaciones del complejo.

Poco a poco fuimos entendiendo el significado de “granja educativa”: todo está dispuesto para que grandes y chicos puedan contemplar y aprender de manera didáctica acerca de las actividades rurales.

Antes de retirarnos, fuimos invitados por Elsa –la mamá de Cristián– a degustar unos riquísimos pastelitos con dulce de membrillo en el local de venta de productos artesanales, donde además se comercializan escabeches, dulce de leche y dulces en almíbar caseros, entre otras cosas. Recomendado.

Datos útiles

Ubicación: Juan Galo Lavalle, entre garitas 4 y 5, a 3 km de la rotonda de Mar de Ajó.
Tel.: 54 2257 420009
Cel.: 54 2257 15526973

Autor Marcelo Sola Fotografo Gentileza Lodemarialucrecia.com.ar

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