Complejos turísticos en Las Gaviotas

Casi todos los complejos de Las Gaviotas tienen una particularidad: se encuentran ubicados frente al mar, lo que les da un encanto especial. Encanto que, por supuesto, disfrutan sus visitantes.


Sueños, sueños y más sueños

¿Quién no ha soñado alguna vez con despertar y estar frente al mar? ¿Quién no ha pensado en dormirse escuchando el constante rugir de las olas? ¿Cuántas veces pensamos en ver cómo el sol se pone tomando un baño relajados dentro de un spa?

Existen lugares, mejor llamados “complejos turísticos”, donde todas estas inquietudes se hacen realidad a toda hora y en todo momento. Basta con atravesar sus puertas para ver que hubo quienes ya han disfrutado de todos estos sueños.
Este lugar se llama Las Gaviotas y se encuentra en uno de los rincones más exclusivos de la costa atlántica, limitando con los bosques de pinares de Mar de las Pampas y Mar Azul, sus pequeñas ciudades vecinas.

Basta con abrir la ventana…

…para empezar el día. El sol, recién nacido de la inmensidad del océano, pinta de color oro el agua y la arena. Es posible apreciar esto desde cualquiera de las habitaciones con vista al mar que tienen la mayoría de los complejos en Las Gaviotas, algo que los diferencia del resto de la hotelería de la costa atlántica.

Apenas se termina el desayuno, obviamente mirando al mar, distintos decks de madera invitan al huésped a realizar su primer contacto con el océano. Estos decks tienen una particularidad: salen desde el complejo y atraviesan la arena hasta llegar a metros de la orilla, lo que a simple vista parece una especie de cordón entre la naturaleza de Dios y la arquitectura del hombre.

Desde el agua o bien tomando sol sobre la arena es posible, mirando hacia atrás, observar cómo el estilo arquitectónico de estas construcciones se ha hermanado de manera perfecta con lo agreste y solitario de estas hermosas playas marinas.


Puertas adentro, placeres terrenales

Cada uno de estos complejos posee, además de una vista sensacional, un tesoro que coincide en casi todos los casos: sus piletas abiertas, que logran durante el verano satisfacer la necesidad de frescura tanto de grandes como de chicos, tanto de día como de noche.

Protegidas por una arquitectura que las ha tenido en cuenta desde el momento en que se proyectó, estas piletas desde las que también se puede ver el mar son para muchos el detalle que hace de la hotelería de Las Gaviotas una de las más exclusivas del país.

¿Quién no ha imaginado la luna llena reflejada en una hermosa pileta mientras se disfruta de un refresco o cuando se duerme plácidamente de noche? En Las Gaviotas estos sueños se hacen realidad. Se trata de uno de los sitios más exclusivos del momento, donde además de la paz y la tranquilidad reinan el sol, la arena, el mar y sobre todo la vista.